La distancia del caos tiene como objetivo explorar el concepto de paisaje desde tres maneras distintas de habitarlo. El concepto actúa como núcleo significante de tres puntos de vista diferentes, tres locaciones geográficas diferentes, tres subjetividades diferentes. Cada artista realizó su producción partiendo de los siguientes interrogantes: ¿Cuál es el paisaje que habitamos en lo ordinario?, ¿Qué y cómo determina su cambio?, ¿Cómo define y redefine el tiempo un paisaje?. Abordamos el paisaje desde la noción de lo creado por la intervención humana prolongada en el tiempo y la existencia de los mapas como registro de archivo de estas modificaciones, una receta sin ingredientes ni reglas estables, un azar que guía. El proyecto se desarrolla en un conjunto de tres propuestas que abordan el paisaje desde tres técnicas divergentes: la reproducción fotográfica de una producción pictórica acaecida desde la solidificación de texturas pictóricas que se asemejan a las presentes en estalactitas y terrenos erosionados por el tiempo; técnicas de intervención digital de la imagen por medio de la creación y edición de video por medio del uso de capturas satélitales y desde el mismo punto de partida, el tercer conjunto establece la intervención de las imágenes por medio del uso de código y basado en la estética del glitch, significando al azar y el error como elementos constitutivos en la construcción de un paisaje.